Se colocan en tubos redondos aprisionando el plástico contra la estructura, creando una unión muy firme que no deteriora el plástico ya que las omegas no poseen bordes cortantes. Se recomienda colocar una cada 50 cm, para ello hay que abrir la pieza con los dedos y acoplarla al tubo. Se colocan solo en el primer y último arco.