Semilla sobre judía maravilla de Venecia.
ORIGEN:
Las judías ya se cultivaban en el año 8000 a.C en las zonas semitropicales de América del Sur, donde no sólo se utilizaban como alimento sino también como moneda de cambio. Los colonizadores españoles extendieron las judías en los países de Europa.
CULTIVO:
Tierra y fertilización;
Las judías prefieren las tierras francas y ricas en humus, y no requieren estiércol.
Siembra;
Las judías se siembran directamente a la tierra. Conviene regar la tierra el día antes y sembrar cuando la tierra esté húmeda. También se aconseja poner las semillas en remojo unas 24 horas antes de la siembra. No conviene regar antes de que los primeros brotes hayan salido.
Mantenimiento;
Realizar escardas para eliminar las hierbas y mantener la tierra aireada. Las judías de enrame requieren la colocación de tutores (cañas o ramas de 2-2,5 m de altura) des de el momento que emergen los brotes.
Consejos;
Se aconseja cosechar las judías cada 3 o 4 días, porque si dejamos que haga grano, las flores caerán sin cuajar y se parará el desarrollo de la mata.
PLAGAS:
Las semillas se pueden deteriorar con un exceso de humedad o de materia orgánica fresca en la tierra. Además los brotes de las judías pueden ser ingeridos por gusanos, caracoles y babosas. Otro problema es el ataque de la araña roja.
ASOCIACIONES:
Las judía se pueden cultivar juntamente con el maíz, la calabaza, y el melón. De esta forma, las judías proporcionan nitrógeno, las calabazas y los melones cubren la tierra y mantienen la humedad del suelo, y el maíz da suporte para que se enreden las judías. Hay que evitar la asociación de las judías con la cebolla, ajo y puerro.